Hola LSR—ct
La mejor estrategia es la que has descrito: empezar pronto, ser consistente y rezar.
Te cuento la estrategia que seguí yo. La pregunta de mi examen corresponde con un epígrafe concreto del manual. Es imposible, a menos que tengas memoria de opositor a notario, que recuerdes específicamente el contenido del epígrafe tal y como viene en el manual, pero sí que es importante tener nociones del mismo.
Yo estudié sólo el manual. El manual tiene infinidad de problemas: la extensión, la incoherencia o imposibilidad de descifrar muchas oraciones, la pobre estructuración de los epígrafes, la repetición inconsistente de las mismas ideas en diferentes sitios, la organización temporal interna caótica de los temas, etc. Una primera lectura del manual, por muy atenta que sea, no te lleva a ningún sitio. Te puedes hacer una idea general del autor, pero se te va a olvidar a los cinco minutos y, además, como los temas estudian prácticamente toda la obra del autor, una idea “general” no te lleva demasiado lejos. Digamos, tiene poca utilidad hacerse una idea general del Ser y la Nada porque te puede caer La Crítica de la Razón Dialéctica, y son apartados que no tienen nada que ver.
Lo que hice fue lo siguiente: empecé a estudiar en octubre y me hice un calendario de los temas a estudiar. Cada día, estudié unas diez páginas, las subrayé, y me preparé ese mismo día apuntes de las diez páginas. Así con todo el libro, de principio a fin. Me quedó todo en unas 140 páginas de apuntes. Esos apuntes me los releí y los resubrayé. Este proceso fue muy importante. Los apuntes habían eliminado la morralla, lo repetitivo y las frases indescifrables. El problema del manual es que no permite un buen ritmo de lectura, porque se lee a trompicones. Los apuntes me permitieron acercarme mejor a los temas, que ahora tenían ya cierto sentido. Se leía rápido, libre hasta cierto punto de impurezas, sólo incluyendo información relevante.
Tras la lectura y subrayado de esos apuntes, me hice esquemas del temario, con todos los epígrafes. Eso es importante para relacionar cada epígrafe con sus ideas centrales y las obras del autor correspondientes. Estos esquemas los consulté repetidamente antes del examen. La idea de estos esquemas era el facilitarme recordar un par de ideas centrales de cada epígrafe, y con ello en el examen tener la posibilidad de, a través de ese par de ideas, poder fabricar una respuesta.
No te podría decir el número de horas que le habré dedicado a la asignatura. Quizá 300, o más, qué se yo. Más del doble, sin ninguna duda, que a cualquier otra asignatura de la carrera. Y aún con todo, fui al examen con la sensación de que había al menos un 20-30 por ciento del temario que si me cae no sé ni como empezar a contestar. Tuve muchísima suerte con las preguntas.
En definitiva, tu estrategia depende de lo que quieras conseguir. Para ir más o menos seguro al examen, necesitas el manual, con todo lo que ello conlleva. Vas a necesitar dedicarle una ingente cantidad de tiempo o rezarle a la virgen del Pilar porque caiga lo que te has estudiado. No hay demasiados atajos, lamentablemente. Ha sido una experiencia verdaderamente brutal.
Fuerza y a por ello!