Pedro Pablo escribió:
Silvanus escribió:
Respecto al Ultrahombre como nueva especie en sentido biologicista, me parece que está muy alejado: ¿Cómo lo biológico nos desembarazaría de esa "ortopedia mental"? ¿Cómo desde la evolución puramente biológica, es decir, adaptativa, y por tanto conservadora, podrían nacer "nuevas formas de comprensión"?
Si se asume el biologicismo como genética y evolución biológica, nada se cambia en el pensamiento. Si se asume el cultivo genético y biológico de una "nueva raza", tipo nazismo, nada se está cambiando en el pensamiento.
Sin embargo, si se interpreta el evolucionismo, no en el plano biológico, sino cultural, entonces sí, eso estaría más cercano de Nietzsche. Incluso el cultivo, pero cultural, educativo, más cerca de la areté, de una nueva "raza", pero en el sentido amplio, es decir, del pensamiento, de la creación de nuevos instintos, etc.
Al menos esa es mi interpretación.
¿Cuál es tu interpretación del texto que cité? Te lo vuelvo a poner:
Yo os enseño el superhombre. El hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo?
Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de ellos mismos: ¿y queréis ser vosotros el reflujo de esta gran marea y retroceder al animal en lugar de superar el hombre?
¿Qué es el mono para el hombre? Una irrisión o una vergüenza dolorosa. Y precisamente eso debe ser el hombre para el superhombre: una irrisión o una vergüenza dolorosa.
Habéis seguido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre y aún en vosotros hay muchas cosas que continúan siendo gusano. Antaño fuisteis monos y aún ahora el hombre es más mono que cualquier mono."
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He puesto en negrita los conceptos clave. Entro a comentar el texto.
Primer párrafo: “Yo”, Zaratustra, el creador, el hombre Dionisiaco, os enseño. Estamos por tanto en el camino de la creación, de la creación consciente, amada, perseguida. “Debe ser”, un mandato, un fin dado al hombre, esto es, un sentido. Está estableciendo un fin superior al hombre, un sentido creador. Ese “qué habéis hecho” es la crítica a toda la metafísica: os habéis olvidado del hombre, del cuerpo, de la creación, y habéis permanecido en otros mundos.
Segundo párrafo: “Han creado”, esto es, la cultura, lo instintivo, todo el aparato corporal, moral y estético que nos ha formado tal como somos. “Reflujo”, es decir, la sola permanencia, la conservación reactiva, anti-creadora, es decir, apolínea, atrofiada en una forma ya para siempre. Superar es crear, es asumir el devenir, el cambio creador, no la permanencia como “hombre”.
Tercer párrafo: Esa vergüenza a la animalidad es lo que deberíamos sentir por el anquilosamiento en el “hombre”. Es decir, miremos hacia adelante también y asumamos nuestra propia tarea.
Cuarto párrafo: “El camino” (esto es importante porque conecta directamente con el método genealógico nietzscheano). En realidad todo el texto se mueve en la genealogía, y hay que tenerlo presente, así como lo dionisiaco y el sueño primitivo. Hay que recorrer ese camino hacia atrás para conocer de dónde surgen las fuerzas que nos poseen y que se manifiestan. Ahora bien, el hombre dionisiaco, creador, coge todo eso y lo digiere para un mayor crecimiento. “En vosotros hay gusano y mono”, es decir, hay esas fuerzas primitivas (para Nietzsche los instintos se crean a lo largo del tiempo por repetición de formas de vida), todavía están esos instintos que responden a ciertas formas de vida.
La clave para ver que no está hablando de lo biológico, sino de instintos y fuerzas, así como de creación, es eso de “ahora el hombre es más mono que cualquier mono”. Claro, no se ha superado nada, porque el hombre está anquilosado, se ha cerrado sobre sí mismo, no es creador, sino reactivo, conservador. Ni da, ni ama. Se ha parasitado.
En definitiva, lo del mono, al igual que lo del gusano, lo leo como metáfora de lo instintivo y de las fuerzas que nos configuran. La superación es una tarea dada al hombre. Ahí está Zaratustra y el propio Nietzsche cuando se hacía llamar Dionisio, es decir, creador de nuevos sentidos. De hecho, yo tengo muy presente la llamada que Nietzsche hace siempre al “filósofo del futuro”, que sería el encargado de establecer nuevos valores e instintos para que nazca ese Ultrahombre. No la biología, sino la creación filosófica de nuevas valoraciones y nuevas tablas, es decir, nuevas formas de vida.
Saludos.