Hola.
Si tienes tiempo échale un vistazo a el ensayo que tiene Fraijó sobre Otto en
Dios, el mal y otros ensayos (Trotta) que en realidad es el prólogo que escribió para OTTO, R.
Lo santo. Lo racional y lo irracional en la idea de Dios.
Otto busca el "fondo común de todas las religiones" y lo analiza desde el término
Das Heilige que Heidegger relaciona con
Das Heile (sano, saludable, salvífico) y que Fraijó traduce como "lo Santo" (otros como Eliade lo traducen como "lo Sagrado").
Para definir lo Santo, Otto acude a lo “numinoso” que es
mysterium tremendum fascinans:
1/
mysterium tremendum, que aterra y estremece al hombre; lo “totalmente diferente”, lo que nunca coincide con el hombre ni con el mundo. El sobrecogimiento que se siente ante Dios o su poder.
2/ es algo atrayente, cautivador, fascinante.
Fascinans.
Atractivo y aterrador. Ambivalente. Por eso Eliade lo relaciona con el Tabú... y por ahí andaba Freud que acababa de publicar
Totem y Tabú cuatro o cinco años antes, y poco después del libro de Otto,
Lo siniestro.
Fraijó se fija en el momento en el que escribe Otto, después de la la crítica de Marx, Engels o Nietzsche... pero sobre todo de Feuerbach. Para Feuerbach (y para mí
) la religión procede de la necesidad, de la precariedad, de la miseria. Feuerbach arranca desde Hegel y da el paso desde la conciencia en lo infinito hacia la infinitud de la conciencia: el hombre había proyectado la esencia humana hacia el exterior y su psiquis había construido la idea de Dios.
Y aquí es donde interviene Otto, que sustituye la "necesidad" por la experiencia/vivencia.
Piensa que estamos ante un hecho objetivo y no ante una proyección humana. La religión no sería un mero proceso de autoescucha. Lo numinoso brota de la parte cognoscitiva del alma tras recibir experiencias cósmicas y sensibles. Aunque no nace de ellas, sino gracias a ellas ya que son estímulos para que lo numinoso “despierte por sí mismo”. Ese despertar es una disposición/predisposición/propensión del espíritu humano a la religión. Lo numinoso aparece revelado como "auténtico fondo de la religión" y precisa una categoría propia independiente de lo racional y lo ético.
Ese fondo en común a todas las religiones y culturas es al que se refiere la pregunta, como apunta "nuestro" Kierkegaard... (el otro es un gran ascendente para Otto). Un "fondo común" objetivo porque parte de la experiencia.
Fraijó subraya la postura de Otto en un contexto en el que Harnack, cabeza de los teólogos protestantes, renunciaba a la teología liberal y al estudio científico de las religiones no cristianas (al tiempo que redactaba y firmaba la Declaración de Guerra del Kaiser de 1914...
Lo Santo es de 1917). La teología dialéctica también rechazaba el estudio de otras regiones a las que consideraba según el "veredicto" de Feuerbach.
Para Fraijó, tras Otto, se constata la buena salud de las ciencias de la religión (fenomenología, psicología, historia, filosofía) que explotarán el conocimiento de las religiones no cristianas. La religión se reconocía como parte fundamental de la cultura de los distintos pueblos.
Lo que trata Otto es un estudio sobre lo racional y lo irracional en la idea de Dios... Lo que allí se impone victorioso es lo irracional: “lo santo es completamente inaccesible a la comprensión por conceptos”, se sustrae a la razón, es inefable.
“Quien no posea antenas para la profunda irracionalidad de la vida religiosa nunca podrá captar lo específico de la religión” dice Fraijó. Desde lo profano no hay acceso al hecho religioso, piensa Otto.
El texto de Fraijó es apasionado, pero creo que Otto queda muy relativizado desde Feuerbach y desde los antropólogos del XIX (Frazer, Tylor, Spencer) que explican lo religioso desde "fuera" de lo religioso, desde lo profano precisamente. Aunque todos comparten que "lo religioso" no se puede entender desde fuera de sus sistema.