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TEMA: Philipp Mainländer y su idea del suicidio de Dios

Philipp Mainländer y su idea del suicidio de Dios 06 Oct 2020 02:51 #57830

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<<Dios ha muerto y su muerte fue la vida del mundo.>>

PHILIPP MAINLÄNDER, Filosofía de la Redención, 1876


Hola, creo este tema por si alguien quiere debatir o comentar algo en relación con la(s) idea(s) de Philipp Mainländer.

En Filosofía de la Redención trató muchos temas, pero todos ellos están vinculados a su idea fundamental del suicidio de Dios. Para sintetizar (mucho) en lo que consiste esta idea tan importante en su sistema y usando las propias palabras de Mainländer voy a tratar de introducirlo:

7. Antes de seguir adelante, vamos a resumir los resultados alcanzados:

1) Dios quería el no ser;

2) su esencia fue el obstáculo para ingresar inmediatamente en el no ser;

3) la esencia debió desintegrarse en un mundo de la pluralidad, [327] cuyos seres particulares tienen todos la tendencia hacia el no ser;

4) en este tender, dichos seres se obstaculizan mutuamente, luchan unos con otros, y, de este modo, debilitan su fuerza;

5) toda la esencia de Dios pasó al mundo con una forma alterada, como una determinada suma de fuerza;

6) el mundo entero, el universo, tiene una meta , el no ser, y la alcanza a través del constante debilitamiento de su suma de fuerza;

7) en su curso de desarrollo, cada individuo es conducido, a través del debilitamiento de su fuerza, hasta el punto en el que puede cumplirse su tendencia a la aniquilación.



De esta idea (esto es, Dios decide aniquilar su esencia porque encuentra preferible el no ser) surgen toda una serie de elementos (una suma de fuerza) que llevan dentro de sí una huella divina con el primer acto destructivo de Dios, y que tienen por ello todos estos elementos (todas las cosas) una tendencia irreparable e inevitable al fin, a la propia destrucción. A causa de esta tendencia, los seres friccionan unos con otros, chocan, se estorban, y esto cumple la función de menguar sus energías y aproximar el final.

Cuando habla de los seres humanos, Mainländer habla en unos términos que se asemejan a lo que más tarde Sabina Spielrein diría sobre la pulsión de destrucción.

Con el paso del tiempo, la suma de fuerza total (universo, mundo,...) va debilitándose. Jamás se recupera. Se debilita, se desgasta, para no volver. No importa lo que se haga o cómo se pretenda proceder, el desgaste se da sin pausa y cuantos actos se suceden son para un mayor desgaste de la suma de fuerzas (hasta que se produzca el fin, la extinción total de estos elementos que quedaron desperdigados con el suicidio de Dios). Aquí hay semejanzas, cuando se expresa así, con el término de la física referido a la entropía.

Así, se cumple la meta última y más elevada del hombre: llegar al no ser, ya que está empujado a ello por el primer impulso y acto de destrucción que tuvo Dios*.

Esto sería para bosquejar, para indicar muy brevemente en lo que se apoyó Mainländer para comenzar a apuntalar el resto de su sistema filosófico en cuanto a Ética, Política, Economía, etc.

*Añadir que el Dios al que se refiere Mainländer no es ni mucho menos un Dios del cristianismo (como el que años más tarde mencionaría Nietzsche, culpando a los hombres de la muerte de dicho Dios) o un Dios de cualquier otra religión.


¡Un saludo!
En el «Evangelio según los egipcios», Jesús proclama: «Los hombres serán víctimas de la muerte mientras sean engendrados por mujeres.» Y precisa: «He venido a destruir las obras de la mujer.» [...] uno quisiera ir más lejos aún, decir algo [...] que pulverice a la historia. -EMIL CIORAN
Última Edición: 06 Oct 2020 02:52 por Zalmoxis.
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Philipp Mainländer y su idea del suicidio de Dios 06 Oct 2020 07:40 #57831

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Hola, Zalmoxis

Supongo yo, y discúlpame la broma, que todo dependerá de lo pesimista que se levante uno (schopenhaueriano)

Por lo poco que sé al parecer tuvo una gran influencia sobre Nietzsche. Dejo aquí parte del artículo de Carlos Javier González Serrano titulado “Nuestro lado oscuro: muerte de Dios en Schopenhauer, Nietzsche y Mainländer”

“El desbordado pesimismo de Mainländer, que confirma la sospecha schopenhaueriana sobre una imposible mejora moral del ser humano (en contra de lo defendido, por ejemplo, por Lessing en Die Erziehung des Menschengeschlechts), no es más que el resultado de su creencia fundamental: somos el saldo arrojado por el suicidio de Dios, quien ni siquiera, aun contando con la omnipotencia, logró soportar el puro Ser.

Su elección de decantarse por el No-Ser, lejos de resultar una opción del hombre (como sí ocurre en Nietzsche), hunde al ser humano en un pozo en el que, irremediablemente, se siente perdido. Queda, como Mainländer escribía en su poema “Segunda voz – El hijo de la luz”, una sola lección por asimilar: “¡Ah, cuán vana, cuán triste / es la lucha por la existencia. Aprende, ¡oh hombre! / como primer principio de la sabiduría / que por un bien […] tu alma está en vilo. […] ¡Aprende a amar con el espíritu, mortifica / el amor del corazón; y bendice, / bendice con alegría cada hora que más cerca de la tumba / te conduce!”.

Tanto en Nietzsche como en Mainländer se da la muerte de Dios: en el primero, a través de un proceso antropológico-subjetivo de singulares consecuencias morales, vitales; en el segundo, a través del suicidio que Él mismo lleva a cabo en respuesta al tedio (y por tanto, al sufrimiento) que encierra la permanencia en el puro Ser. Un mismo hecho, desenlaces absolutamente diversos. Si bien en el caso de Nietzsche ha de ser el superhombre quien sugiera una nueva “interpretación” de la realidad vivida (a la luz de la voluntad de poder) que logre finalmente poner de manifiesto –sin desmerecerlo ni macularlo a la sombra de la moral decadente– el auténtico valor de la vida, en Mainländer la voluntad de vivir que todos somos se traducirá, una vez descubierta la muerte de Dios, en una voluntad de muerte (o de morir, Wille zum Tod), única capaz de dar con la redención (Erlösung):

Quien niega activamente la voluntad de vivir, cosecha en la muerte la completa y total aniquilación del tipo. Rompe su forma, y no hay poder alguno en el universo que pueda reconstruirla. Ha sido borrado para siempre, en su especificidad y con todos los tormentos y penalidades que implica la existencia, del libro de la vida. Y ni puede exigir, ni tampoco exige, nada más. Con la abstención de los goces sexuales, se ha librado del renacimiento, ante el que retrocedía espantada su voluntad, igual que el hombre embrutecido retrocede ante la muerte. Su tipo se ha redimido (Sein Typus ist erlöst), y esta es su dulce recompensa. (PhdErlösung, Metafísica, 17)

Nietzsche no dudará en referirse en sus cartas a Mainländer como un prístino y virginal santón, pero es indudable la deuda conceptual que el primero contrajo con el segundo a través de la lectura de la Filosofía de la redención –y no sólo, debemos apuntar, en orden al concepto de “muerte de Dios”, sino también, y por ejemplo, al de “voluntad de poder” o “aurora”, nociones que a lo largo de la obra mainländeriana adquieren una relevancia superlativa–. Si aquella “conversión” nietzscheana, que casi de la noche a la mañana le llevó a desterrar las enseñanzas del maestro Schopenhauer, se debe o no a la lectura de Mainländer y a la necesidad de pregonar, explicar, desarrollar y sobre todo asumir los efectos de la muerte de Dios, es un dato meramente elucubrador. Aunque la correspondencia, así como las obras nietzscheanas, desde luego –y cuanto menos– indican una llamativa cercanía intelectual.

Para terminar con una invitación a la investigación, ambos filósofos nos dejan una pregunta muy interesante por responder: ¿podría convertirse, transmutarse, de alguna manera, la voluntad de poder nietzscheana en la voluntad de morir de Mainländer, sin que este paso traicionara los dictados de Nietzsche? O de otra manera, ¿podría ese “hombre embrutecido” al que se refiere Mainländer (posible trasunto del superhombre nietzscheano) sucumbir, al amparo de la voluntad de poder (¡vital y naturalmente!), al influjo –y embrujo– de la noche mainländeriana? En definitiva: ¿excluye la asunción de la “enfermedad ontológica” preludiada por Mainländer la posibilidad de desplegar las armas del superhombre nietzscheano?”

Un saludo
Última Edición: 06 Oct 2020 07:40 por elías.
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Philipp Mainländer y su idea del suicidio de Dios 06 Oct 2020 12:08 #57839

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Hola, elías, ¡muchas gracias por compartir lo del artículo!
Había leído en varios sitios que, efectivamente, se explicaba que Nietzsche tuvo correspondencia con la esposa de Wagner por la época en que está leyendo el libro de Mainländer, y en la carta decía que se alejaba, por decirlo así, de las enseñanzas de quien tanto le había marcado.

La crítica que Mainländer hace en Filosofía de la Redención a ideas básicas de Schopenhauer puede que tuviese algo que ver.

¡Un saludo!
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