MarGR92 escribió:
Ahora bien, lo segundo no me convence, porque la identidad no se tiene por qué predicar de las cosas. Puede predicarse de otras cosas como conceptos. Yo al menos no creo que se esté afirmando que las cosas sean idénticas [a sí mismas], pues de lo contrario estaríamos simplemente diciendo una tautología. En cualquier caso, esta afirmación no tiene por qué comprometerse con nada, simplemente estamos afirmando que las identidades son verdaderas. Es decir, da igual que lo que entre en la identidad sean conceptos, objetos o nombres.
La cuestión de qué es lo que se dice con un enunciado de identidad es un problema filosófico todavía abierto. La solución que defiende la profesora en su libro, si no recuerdo mal, es que un enunciado de identidad lo que hace es identificar un objeto como el referente de dos expresiones.
No puede ser que los enunciados de identidad digan que dos cosas son idénticas (porque si son idénticas, no son dos). En un enunciado de identidad tiene que haber algo que sean dos cosas (las dos expresiones) y algo que sea uno (el objeto al que se refieren ambas expresiones).
Si esta es la solución correcta, entonces el enunciado ◻∀x ∀y (x=y) no dice que necesariamente todas las cosas sean idénticas, sino que necesariamente todas las expresiones se refieren a una misma cosa, o que necesariamente una única cosa és el referente de todas las expresiones. De todos modos, según esta interpretación, el enunciado sería claramente falso, como ha señalado Pedro Pablo.