En una línea un poco distinta, en mi experiencia se trata de una asignatura para la que no tienes que cuidar en modo alguno desde que parte del espectro ideológico te expresas al comentar cualquier propuesta en la segunda parte del examen —si es que tienes la sensibilidad a flor de piel y tienes que desmarcarte sí o sí en ese sentido. Tampoco en modo alguno tienes que conocer ni familiarizarte con el texto básico ni con la narrativa de la profesora. A mí me sirvió curiosamente con hilvanar más o menos acertadamente conceptos que cuadren con la propuesta y de hacer un ejercicio de crítica de la propia composición de ésta. El examen puede ser descriptivo y crítico conceptualmente sin hacer ningún posicionamiento político.
La primera parte del examen es expositiva de la primera parte del texto de Yayo, la segunda parte es un ejercicio de interpretación y crítica, y sales de él si tienes bien aprendidos los conceptos básicos por autores que se ven en el libro (un libro al que no hay que dedicarle una lectura muy exhaustiva precisamente, es —valoraciones más personales al margen— fácil de leer). Con entender éstos sabrás como articularlos en la primera parte y donde aplican al hacer un comentario conciso sobre lo que te encuentres en la segunda parte del examen. El examen no tiene por qué ocupar más de una cara de un folio por cada parte para sacar la máxima calificación.
Es una asignatura muy liviana incluso aunque no te guste el tema. El hecho de que sea de Formación Básica no la hace una asignatura que requiera un discurso refractario, al contrario, como digo, mi impresión es que se valora mucho la interpretación personal y la actitud crítica. El único detalle de este contexto es reflejar comprender bien conceptos como la crisis de los grandes relatos, el auge de las instituciones artísticas; movimientos sociales, políticas de representación (feminismo, poscolonialismo, diversidad), revoluciones tecnológicas y cambios sociopolíticos como la globalización; su influencia sobre la producción, difusión y recepción del arte (crítica institucional, espectacularización y mercantilización, expansión de la curaduría, etc.,); teorías postestructuralistas, conceptos como la "muerte del autor" y la desconfianza en la originalidad, la citación y el apropiacionismo; perspectivas conceptuales (tardío, performance, body art, land art, site-specific, relacional, activismo artístico, nuevas tecnologías...).
De hecho, quizá con una lista (más completa) de estos conceptos básicos quizá te puedas preparar el examen sin tocar los textos de la asignatura. La segunda parte del libro es un ejemplo de como comentar propuestas artísticas, pero quizá aprender y situar estos conceptos te da un marco personal más duradero de lo que trata la asignatura: analizar la disolución progresiva de los límites de la obra de arte, la ruptura de estos tradicionalismos mediante nuevos lenguajes y soportes y cómo la influencia social de los discursos teóricos han reformulado concptos claves como la autoría, la autenticidad, el mercado y el poder. A veces por meternos en la mollera el contenido de los libros tal y como se expone en ellos favorece que se tome como algo que vomitar en el examen y ya poder pasar a otra cosa. Hay que buscar maneras de que lo aprendido sea duradero, incluso en asignaturas de corte sospechoso en uno u otro sentido o que no sean simplemente de ámbitos de nuestro mayor interés.