Desde mi experiencia personal:
Empecé mi carrera en el grado de filosofía en una universidad presencial. Al cabo de un par de años estaba más preocupado por hacer vida universitaria que por aprender de la universidad.
Creo que tuvo mucho que ver la importancia de aspectos que no compartía, desde mi perspectiva, como fundamentales para aprender a filosofar. Es decir, en numerosas asignaturas lo único que aprendía era lo fundamental que era estar de cuerpo presente en todas las clases de todos los maestros y maestras que se dedicaban a promover un sermón académico particular. Creo que aprendí a no-comprender nada. Que era un inútil, y que más me valía buscar otra cosa que hacer. Entonces me marché al extranjero a currar. Trabajando, aprendí que lo que más me gustaba era reflexionar sobre lo que estaba sucediendo conmigo. Era un trabajo que me permitía desarrollar una sensibilidad mayor a estar en el mundo. Trabajar con el cuerpo permitía liberar mis pensamientos y de alguna manera me recolocó.
Volví decidido para continuar con la carrera, esta vez por la UNED. Quizás más por mi decisiva actitud, o por la heterogeneidad de cada asignatura en cuanto a la predisposición de que seas el único que realmente se enfrente a la materia, devolvió esa sensación de estar haciendo lo correcto, lo que siempre quise.
Si tienes tiempo y tus circunstancias son las correctas, no importa la cantidad de lo que puedas abarcar, creo firmemente en que la calidad de lo que vayas superando formativamente va a calar bien fondo en lo que haces. Sin perspectivas, sin necesidades, creo que realmente llena. Y también he de decir que yo pensaba ir poco a poco, pero una vez empiezas, creo que sentirás la necesidad de descubrir todo lo que puedas. Es cierto que cada asignatura, al fin y al cabo, es lo que es, y que cada cosa te entrará mejor o peor. Pero se supera, y esa sensación de continuar es algo bastante pleno, creo. Personalmente he pasado de 3 asignaturas el primer año, para tener 7 el segundo y este tercero estoy cursando 14, y cuanto más hago, mejor me va. Quizás no son las mejores calificaciones pero también entiendo que mi ideal de formación académica no está en la aspiración a ser el mejor en un examen.
No creo que te arrepientas más de lo que te puedas arrepentir por "estar vivo". De cometer errores y esas vainas. Y eso, anímate que, eso, la pandemia (o la vida) son dos días.