Gracias por los enlaces, Moira.
Respecto al artículo opuesto al de Roberto Augusto, contrario a la enseñanza de la filosofía oriental, es bastante claro en cuanto a su concepción de filosofía, que concibe en términos absolutamente limitados. Para él, la filosofía no es la búsqueda de la verdad, sino únicamente una disciplina occidental cuyo fin es conocer los entresijos de de esta misma disciplina. Es como decir que se estudia ciencia para entender la ciencia. Eso es el primer paso. Pero, finalmente, se estudia ciencia para descubir las leyes que rigen el Universo y hallar aplicaciones útiles. De la misma forma, se estudia filosofía para entender el mundo, no para entender a los filósofos. Es un grave error confundir la herramienta con el propósito de esta, el medio con el fin.
No estudiamos filosofía por un anhelo de erudición, en cuyo caso su argumento sería adecuado. No estudiamos filosofía para entender los sistemas de pensamiento de occidente, no estudiamos filosofía para entender a los pensadores. O, al menos, no solamente. En última instancia, estudiamos filosofía para entender, o al menos intentarlo, el Universo, la vida, el ser humano. Si esa es nuestra pretensión básica, entonces, cualquier gran pensador, sea de dónde sea, debería ser tenido en cuenta y estudiado a fondo. Y más, cuando este pensador ha tenido gran influencia sobre millones de personas, lo cual no es cierto en muchos de los filósofos occidentales que se estudian, y sí lo es en muchos otros de oriente.
Sí, la filosofía occidental es necesaria para comprender el desarrollo cultural de occidente. Pero esa no es su única función, como ya he argumentado. También afirma el autor, para negar la condición de filosofía del pensamiento oriental, que la filosofía no puede estar influenciada por aspectos religiosos. Pero tanto el Vedanta como el Budismo, por poner dos ejemplos, parten de puntos de vista completamente racionales para desarrollarse. El budismo no niega ni afirma la existencia de Dios, solamente cree posible la excelencia humana, llamada iluminación, y indaga en la realidad para lograr este propósito, el mismo que se propone Kant y cualquier auténtico filósofo.
En cuanto al Vedanta, afirma la existencia de Dios después de cierto recorrido. El punto de partida es que lo único que podemos conocer con certeza es la existencia de la conciencia, de que "Yo soy". A partir de ahí, desarrolla el concepto de Maya (apariencia) y su oposición a lo Real. Solo la Conciencia es real, y todo lo demás apariencia, pues no puede denominarse real a algo (el Mundo, la persona-ego) compuesto de otras cosas (partículas, recuerdos). Tampoco puede denominarse Real algo que un momento está y al otro ya no. Entonces, puesto que es aparente e ilusoria la multitud de cuerpos e identidades, así como el mundo, se concluye que la conciencia es lo único real a pesar de las apariencias. Esta conciencia es Brahman.
¿Es más sensato creer en un Dios que está en los cielos, como muchos pensadores occidentales, que creer en Brahman después de un desarrollo absolutamente lógico? Hay mucha desinformación...
Silvanus, Pitágoras me merece todo el respeto, no así Tales en cuanto a filósofo. No desmerezco la filosofía occidental, pero es como quedarse con solo una parte de la visión completa de la mente humana. Si se toma sola, es maravillosa, pero a la luz de otros pensamientos sublimes, tiende a equilibrarse con ellos y deja de verse a Platón o Aristóteles como poco menos que dioses. Simplemente, se les pone en su contexto. De la misma forma, pensadores y místicos orientales que son divinizados por sus respectivas sociedades pueden verse confrontados a la luz de la filosofía occidental. Y no es que se reduzcan, sino que se los sitúa en un contexto global y de esta manera son interpelados y bajados de su pedestal.
Saludos