Cuando llegue a casa puedo argumentarlo más extensamente, pero resumiendo:

Somos animales racionales, por lo que medidas de control de plagas sería lo último que debería de pasarnos por la cabeza. El único motivo por el cual nos estamos cargando el planeta es el dinero, o mejor dicho, la poca voluntad de dirigir éste a paliar la situación. ¿De veras permitiríais un decreto ley de control de la natalidad, a sabiendas que lo único que hace falta es voluntad de poder por parte de los magnates?

A mi modo de ver, sería lo mismo (pero más grave) que el rescate de la banca por parte de la extinguida (en parte a raíz de ese mismo hecho) clase media Española. Ellos pueden arreglarlo. Ellos no quieren arreglarlo. De veras vamos a permitir que hasta controlen los hijos que podemos tener cuando no es ni mucho menos ni la solución más racional ni más justa?

No tenemos que tragar con todo. Se trata de un problema de gestión, de negligencia, de personas cegadas por el dolar cortoplacista. Es negligencia, no superpoblación: tenemos inteligencia para solucionarlo, pero no voluntad.

elías escribió:
Elías me lees el pensamiento o qué? Lo malo es que si pienso de esta manera me llaman antisistema...
Lo que dices del control de la natalidad y de la población yo creo que ya lo estamos viendo, somos atacados por productos químicos, pesticidas, plásticos, bisfenoles, ondas variadas de móviles, wi-fi... que no hacen otra cosa que afectar nuestro organismo, sistema inmunológico, disruptores endocrinos que modifican nuestra fertilidad, el cáncer...
Como dato curioso e inquietante os comento la existencia de las piedras guía de Georgia, un monumento monolítico con inscripciones en varios idiomas:

Mantener a la humanidad bajo 500,000,000 en perpetuo equilibrio con la naturaleza.

Guíar sabiamente a la reproducción, mejorando la idoneidad y la diversidad.

Unir a la humanidad con una nueva lengua viva.

Guíar la pasión — la fé — la tradición — y todas las cosas con la razón templada.

Proteger a los pueblos y a las naciones con leyes y tribunales justos.

Dejar a todas las naciones gobernarse internamente, resolviendo las disputas externas en una corte mundial.

Evitar leyes mezquinas y funcionarios inútiles.

Equilibrar los derechos personales con los deberes sociales.

Valorar la verdad — la belleza — el amor — buscando la armonía con el infinito.

No ser un cáncer sobre la Tierra. — Dejar espacio para la naturaleza. — Dejar espacio para la naturaleza.

Para terminar un viejo proverbio indio: “Cuando hayas cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, te darás cuenta de que el dinero no se puede comer”

elías escribió:
Un apunte. No vamos a destruir el planeta, vamos a destruir las condiciones que permiten la vida humana en este planeta. El planeta seguirá muchos millones de años después de habernos ido nosotros.

Los que controlan el cotarro deberían darse cuenta de que no es una cuestión medioambiental del tipo comeflores, flower power, viva el mundo sano con sus ríos y pececillos: se trata de una cuestión de egoísmo de especie. Como humanos, debemos cuidar el planeta para perpetuar la especie, como digo, por puro egoísmo, para poder subsistir. Al mundo se la trae al pairo la humanidad, un día la tierra estornudará, nos iremos todos a tomar viento y ella seguirá trasladándose en órbita alrededor del Sol.

Me alegra ver que ya estamos dejando el eje capitalismo/anticapitalismo, porque soy sincero cuando digo que no me gusta entra en ese jardín, aunque me di cuenta que al citar un comentario del compañero Silvanus en el que decia que no es lo mismo ser Bárcenas que el tipo de Zara, es justo lo que iba a provocar.

Pero analizando causas al final volveremos otra vez a dicho eje

Silvanus escribió:
Comparto tu opinión en todo lo anterior a este párrafo (no cito todo porque sería kilométrico), está grabado en nuestros genes la lucha por la supervivencia. La propia y la de la comunidad. Durante muchos millones de años esto tenía todo el sentido del mundo ya que realmente homínidos y humanos vivían en comunidades al uso. ¿Qué pasa ahora, en la Edad de la Comunicación? ¿Dónde están los límites a las comunidades? Nos enteramos de todo lo que pasa en el mundo al minuto pero pasa algo muy curioso: entiendo que nos apene más la muerte de un familiar, de un amigo, de un vecino, personas con las que tenemos contacto cercano. Pero una vez se traspasa esta línea, ¿por qué nos apenan más las muertes de Españoles, de Europeos, de Occidentales y por último el resto del mundo? En realidad, nunca hemos conocido a nadie de Albacete, igual que no hemos conocido a nadie de Irak, pero sin duda nos aflige más un atentado en Albacete. Nos enteramos por los mismos medios, si bien estamos separados X de un punto y de X·10 del otro, nosotros físicamente no podemos sentir esa distancia. ¿Por qué sentimos como nuestra la pérdida de Albaceteños y ajena la de Irakíes? ¿Porque cuando salen imágenes les vemos la piel oscura?

En definitiva, como ciudadano de un mundo globalizado, ¿dónde están las líneas entre comunidades? ¿Quizá ahora que juego a Pokémon GO, me apene más la muerte de un compañero jugador de Wisconsin que un niño en Irak, porque tengo un vínculo imaginario con el primero? Para aclarar, todo este rollo venía por lo de los trabajadores Chinos y Españoles.

Con respecto al fragmento citado, daría para escribir un libro. Trabajo en una farmacéutica, pero como biólogo estoy en contra de la medicación abusiva (quizá si tuviera acciones en la compañía la cosa cambiaría y me acercaría más al estatus de gentuza). Obviamente no tienes que tomarte un ibuprofeno cada vez que tengas un leve dolor de cabeza. Obviamente que las farmacéuticas buscan hacer dinero, pero opino que la gente que relaciona medicamento=mafia directamente no piensa. Directamente no piensa o no tiene ningún familiar con Diabetes tipo 1, problemas de corazón digitálico-dependiente, Hepatitis, no ha contraído un virus peligroso... (el tema de las vacunas lo dejo a parte porque me enciendo sobremanera). Es muy fácil despotricar contra los medicamentos estando sano, al igual que lo era navegar en aguas tranquilas.

Saludos.

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Silvanus escribió:
Para qué? date solo de baja del ágora. Me resuena en la cabeza un poema de Cernuda que decía algo así como "Si todo fuera dicho y entre tú y yo la cuenta se saldara..." ¿Qué rollo, no? Tendríamos que quemar todas las doctrinas para empezar de nuevo, si no vaya aburrimiento!

..

No, lo que digo es lo contrario, pero pensé que dirías que soy una contradicción con patas, cundo lo primero que dije es que no quiero pulsitos.

Disculpa, es la embriaguez de la existencia de la que habla Pessoa

Hola Rohi

Dices: “Un apunte. No vamos a destruir el planeta, vamos a destruir las condiciones que permiten la vida humana en este planeta. El planeta seguirá muchos millones de años después de habernos ido nosotros.”

Bueno, acepto tu matización. Pero que conste en acta que si la acepto no es porque la especie humana no haya creado armas de destrucción masiva capaces de acabar con la tierra varias veces. ¿ Qué especie es esa que es capaz de crear armas capaces de destruirse como especie y de destruir su medio, o mejor dicho, su mundo, ya que estamos hablando de humanos ( los animales poseen medio mientras que el hombre posee un mundo), varias veces?

¿Pero es que acaso esa “especie” ha existido siempre? Personalmente creo que no. En los orígenes y durante una gran parte de su historia esa especie no era depredadora sino que vivía de forma sostenible con el medio ( mundo). Y por tanto cabe hacerse la siguiente reflexión ¿ Qué ha ocurrido para que una especie que vivía de forma sostenible se haya tornado “depredadora"?

En fin, creo que no hay que poseer un gran talento filosófico para darse cuenta que esa razón estratégica, entificante o cosificante, que nace con la modernidad puede explicar mucho de lo que nos acontece en la actualidad. El capitalismo salvaje o desenfrenado al que nos vemos avocados en la actualidad no es sino una consecuencia que ya estaba incoada como posibilidad en esa visión entificadora y en esa razón estratégica de la realidad.

Creo que seguir instalados en cuestiones menores como puedan ser la de si los empresarios son buenos, malos o regulares es algo que nos distrae peligrosamente del problema radical.

Un Saludo