¡Hola! Hubiese llamado antes de entrar, pero las ágoras no tienen puertas. Me llamo Alberto, soy psicólogo de formación y docente de humanidades y ciencias sociales, además de un apasionado del teatro, la música y la literatura. Empiezo a estudiar el máster en filosofía (itinerario de moderna y contemporánea) este año.

Mi interés hacia la filosofía obedece al mismo motivo por el que cursé psicología: comprender la naturaleza humana. Vistas las cosas con perspectiva, tal vez hubiese encontrado mejores respuestas a mis preguntas en el ámbito filosófico, pero mi trayectoria me ha traído hasta este punto y desde él emprenderé la que para mí es una nueva etapa, que afronto con ilusión y una prudencia nacida del respeto hacia la materia. Además, confío en el valor del bagaje y la madurez adquiridos desde que terminé la carrera.
¿O tal vez sólo es algo que me repito como un mecanismo de defensa frente a la incertidumbre?

Leí que Leibniz estaba un poco de acuerdo con todo lo que caía en sus manos. Me pasa algo parecido, aunque en el caso de Leibniz se debía a que era un genio y en el mío, a que soy un novato. No tengo unos fundamentos dignos de ese nombre, aunque entre quienes más han moldeado mi forma de pensar se cuentan Platón, Nietzsche, Heidegger, Adorno, Marx, Freud, Baudrillard y Byung-Chul Han. No obstante, de todas mis lecturas he extraído algo que ha ampliado mi perspectiva o ha contribuido a un crecimiento tanto intelectual como personal.

No quiero terminar el mensaje sin transmitir mi agradecimiento a todas las personas que integran este foro, a las que deseo ir conociendo y con las que espero compartir y aprender. Dicho esto, no os entretengo más. Nos vemos por aquí.

Bienvenido, Alberto:

Disfruto sobremanera de las exquisitas ilusrraciones de Doré, sobre todo las relacionadas con la Divina comedia. La que empleas en tu avatar es una de mis preferidas.

En cuanto a Leibniz, no es tanto el estar un poco o muy de acuerdo con todo lo que caía en sus manos, cuanto el poseer una superior capacidad para absorber el meollo de todo lo que leía y para desarrollarlo después en otro sentido de forma original y exhaustiva. Él defendía que los debates filosóficos rigurosos no son disputas en sentido estricto, vale decir, no suponen la confrontaciónn de posturas totalmente antagónicas, sino de dos formas útiles de decir prácticamente lo mismo. Véase que, v.g., en los Nuevos Ensayos Teófilo, alter ego de Leibniz, muestra, en la mayoría de los casos y, en ocasiones, salvando ciertos matices, su conformidad con Filaletes, alter ego de Locke. Nótese también que Filaletes significa algo así como amigo de la verdad.

Suerte en el máster. Saludos.

Bienvenido, Ashen...

The world was young, the mountains green,
No stain yet on the Moon was seen,
No words were laid on stream or stone
When Durin woke and walked alone.
He named the nameless hills and dells;
He drank from yet untasted wells;
He stooped and looked in Mirrormere,
And saw a crown of stars appear,
As gems upon a silver thread,
Above the shadow of his head.

The world was fair, the mountains tall,
In Elder Days before the fall
Of mighty kings in Nargothrond
And Gondolin, who now beyond
The Western Seas have passed away:
The world was fair in Durin's Day.

A king he was on carven throne
In many-pillared halls of stone
With golden roof and silver floor,
And runes of power upon the door.
The light of sun and star and moon
In shining lamps of crystal hewn
Undimmed by cloud or shade of night
There shone for ever fair and bright.

There hammer on the anvil smote,
There chisel clove, and graver wrote;
There forged was blade, and bound was hilt;
The delver mined, the mason built.
There beryl, pearl, and opal pale,
And metal wrought like fishes' mail,
Buckler and corslet, axe and sword,
And shining spears were laid in hoard.

Unwearied then were Durin's folk;
Beneath the mountains music woke:
The harpers harped, the minstrels sang,
And at the gates the trumpets rang.

The world is grey, the mountains old,
The forge's fire is ashen-cold;
No harp is wrung, no hammer falls:
The darkness dwells in Durin's halls;
The shadow lies upon his tomb
In Moria, in Khazad-dûm.
But still the sunken stars appear
In dark and windless Mirrormere;
There lies his crown in water deep,
Till Durin wakes again from sleep.

Rohi viene de Rohirrim

Demóstenes, celebro que a ti también te guste Doré. Mi casa está decorada con cuatro de sus litografías: la de mi avatar, una de las que realizó para ilustrar El Cuervo de Poe («Soñando sueños que ningún mortal se haya atrevido a soñar»), otra de El Quijote («Don Quijote, leyendo libros de caballería») y otra de los Idilios del Rey («Camelot»), esta última por lo evocador de la imagen y mi admiración hacia la obra de Alfred Tennyson y el (post)romanticismo.

Agradezco mucho tu apunte sobre la perspectiva de Leibniz: lo que me gusta de compartir espacios como este es que entras con un detalle tomado por anecdótico y sales con información de utilidad. De nuevo, gracias.

Rohi, qué bien que haya otro aficionado a Tolkien por aquí. Ya me tenía ganado con El Señor de los Anillos, pero me conquistó con su ensayo sobre Beowulf en Los monstruos y los críticos, en el que describe el contexto del canto como una tríada de «nobleza, paganismo y desesperanza». No creo que muchos académicos lo hubiesen podido expresar con esa belleza y concreción.

Cuando surja ocasión podemos poner a escurrir la «puesta en escena» de los Rohirrim en las películas. ¿Quién decidió sustituir el techo de oro del Meduseld por uno de paja? ¡Menuda ordinariez!

¡Un saludo a los dos!

Hola Ashen

Alabo tu persecución, que es la de muchos ( y la mía), de intentar comprender ese insondable problema que es el de la naturaleza humana. Problema insondable que recibe en la actualidad el nombre más prosaico de ”relación mente-cerebro “. Y relación que cada vez estoy más plenamente convencido que pasa por dar respuesta, y como paso previo, y tras el desarrollo de la física relativista y la cuántica, a la sempiterna pregunta de: ¿qué es la materia?

A la altura de los tiempos es tan insostenible hablar de una dualidad de sustancias para entender la naturaleza del hombre como el de reducir el hombre a materia. Y digo que es insostenible reducir el hombre a materia porque los que así lo hacen siguen moviéndose en una concepción de la materia decimonónico. Es decir, por ellos no ha pasado ni la física relativista ni la física cuántica. Lo que no es insostenible es hablar de una dualidad en el hombre siempre que esa dualidad no se entienda desde el punto de vista sustancial sino dimensional. Insisto, si se quiere responder a la presunta de qué es el hombre se tendrá que contestar previamente a la pregunta de qué es la materia.

Hoy en día se produce algo que a mi me produce una profunda decepción. Lea uno el libro que lea en torno a la naturaleza humana, y ya se hable del mismo desde el ámbito de la filosofía o desde del la ciencia, se nos habla de la materia pero se nos hurta qué sea esa materia de la que se nos está hablando. Se recurre sistemáticamente a ella sin decirnos cuál es su realidad. Y lo más sorprendente de todo es que cuando uno acude a los padres de la física cuántica los mismos nos dicen que no saben lo que es la materia. La materia se ha vuelto tan vaporosa y tan sutil que algunos la acaban por identificar con el espíritu. Por tanto, da casi lo mismo decir que ese sustrato último es materia como que es espíritu. Y claro, mi pregunta sigue siendo: " ¿cómo se va a poder dar respuesta a la pregunta por la relación mente-cerebro o al problema de la naturaleza humana si no sabemos al día de hoy qué es la materia?


Un Cordial Saludo

Hola Ashen, acepta también mi bienvenida.

Como ves hay ciertos hilos de presentación que dan lugar a un poco de debate. Me ha llamado la atención varias cosas pero en especial la duda que plantea el compañero elias sobre la naturaleza de la materia; y destaco tres puntos de su intervención:

elías escribió:

Hablando y opinando desde mi ignorancia, creo que lo que apunta Elías sobre la naturaleza de la materia no es nada descabellado, pues en todo lo que rodea al tema de la materia hay algo muy impreciso, parece como si se definiera el todo por la parte, pero esa parte que se conoce no explica todo lo que no se conoce, esa es mi impresión.

Lo que si parece cierto es que los aspectos parciales que se han logrado descubrir sobre la materia, permiten avances tecnológicos. Por ejemplo, para conseguir sintetizar unos componentes químicos que sirven para tratar una enfermedad, no es necesario conocer sobre la materia más que ciertos aspectos sobretodo químicos y biológicos, por lo tanto los avances en tecnología no son prueba de que sólo haya materia y no espíritu.

Por eso no niego la posibilidad de la existencia de algo de naturaleza espiritual, que no es posible explicar desde las leyes de la física.

Pero de ahí a concluir que un pensamiento consciente o una emoción instintiva y animal puedan subsistir sin la base de un cerebro, me cuesta verlo, no lo descarto completamente, al margen de seres mitológicos imaginarios, pero no lo acabo de ver.

Perdón por no saber ser más sintético y decir lo mismo sin tanta palabrería, un saludo.