Hola TyroneSlothrop
Dices. “Cuando hablé del ateísmo, me refería a que el hombre que ya no tiene respuestas a sus preguntas, debe de buscarlas por sí mismo, y eso hace que el acto de filosofar y de la propia filosofía sea más necesario que en otrora.”
¿Pero cómo que ya no tiene respuestas a sus preguntas? Pues claro que las tiene. Cuestión aparte es que dichas respuestas te satisfagan o no. Es que un ateo, y como no podía ser de otra forma, se cuestiona exactamente las mismas preguntas últimas que se formula un teísta salvo que da una respuesta diferente a las mismas.
Dices: “Cierto es que el ateísmo puede ser superado con la religión, si alguien de repente decide creer en algún dios, pero puede incluso la propia filosofía, llevarnos a la creencia en Dios. Ya autores como Leibniz dijeron: "vivimos en el mejor de los mundos posibles", dando a entender que existe una fuerza más elevada. Pero en ningún caso es el mismo Dios el que es producto de la razón, que engendran los filósofos, que el Dios que nos entregan las religiones a base de libros sagrados (auténticos mitos), que se fundamentan en la fe.”
Yo no estoy tan seguro que la filosofía nos pueda llevar por sí misma a la creencia en Dios (entendido como Principio; Dios de los filósofos) salvo desde concepciones filosóficas ya periclitadas. Lo que sí puede hacer la filosofía, creo yo, es abrirnos al ámbito religioso. Pero adentrarnos en este último ámbito ya supone dar un “salto” que si bien puede darse desde la filosofía no pueda darse por sí misma.
Por cierto, quisiera hacerte una matización. Los libros sagrados no son auténticos mitos. Es decir, por supuesto que en los libros sagrados aparecen relatos míticos (qué duda cabe de ello) pero ello no significa que toda la Biblia esté compuesta por relatos míticos. Salvo que lo que quieras decir es que es un mito que dichos libros sean sagrados. Y claro, entonces dependerá de lo que entiendas por sagrado. Si por sagrado entiendes que dichos libros son revelados por un Dios que dicta un mensaje al oído a una especie de amanuense cuya única misión se limita a poner negro sobre blanco dicho dictado entonces, y efectivamente, dicha concepción de revelación es un mito. Pero dudo mucho que éste sea la concepción de la revelación que se tiene en el presente ( o que se tuvo en el pasado) salvo quizás en la religión musulmana.
Dices: “El hombre del S.XXI se encuentra con un inmenso vacío, porque ya a casi todos, pese a que nos bautizan, nos educan sin fe. Este vacío que deja la religión, tiene que ser llenado de algún modo. La vía más fácil siempre es el nihilismo, pero la filosofía puede ayudarnos a buscar sentido a nuestra vida, aunque solamente sea en la creencia de la propia vida y en la existencia en sí.”
Efectivamente, el hombre del siglo XXI está total y absolutamente desorientado. Pero no porque se eduque sin fe sino porque el objeto de la fe en la que se educa es diferente.
Dices: “No digo que la filosofía debe de servir a nadie, pero el acto de filosofar sobre ciertas cuestiones de la vida, implica hacer filosofía. La filosofía nos ayuda a preguntarnos por absolutamente todo, hasta por la propia filosofía. De hecho, LA FILOSOFÍA SIEMPRE VA A SER AUTÓNOMA, queramos o no, lo que pasa es que la filosofía también se ha preguntado por el origen del mundo y por la existencia del hombre, antes que Dios, por lo que preguntarnos por estas cuestiones va a llevar inevitablemente a filosofar (esto no es usar la filosofía de mala manera; la filosofía como actitud es el acto de filosofar).”
Pues no sé si la filosofía va a ser siempre autónoma pero lo que sí sé es que hasta hace bien poco no lo ha sido. Esta es precisamente la crítica que lanza Heidegger en torno a la onto-teología. La filosofía no puede partir del Ser, de lo eterno o de lo inmutable sino que tiene que partir del “aquí y del ahora”. Cuestión aparte es si desde el “aquí y el ahora” puede remontarse, y hasta qué punto, hacia lo trascendente. Pero no hacia lo trascendente “al” mundo sino hacia lo trascendente “en” el mundo. No creo en un dualismo de mundos. Y en caso de que así fuera nada podríamos decir.
Dices: “Por otro lado, hay varios modos de preguntarse por el mundo: no es necesario preguntarnos por lo trascendental (por ejemplo, ¿cuál es nuestro papel en el cosmos?), ni perdernos en obtusas cuestiones metafísicas, pero podemos hacerlo, porque el hecho de poseer razón nos lo permite. Ello no significa que estemos prostituyendo a la filosofía, porque la filosofía, en sí misma solamente es una ciencia que recoge el pensamiento de los filósofos a lo largo de los años, pero es lo que es a día de hoy, porque los filósofos se han dedicado a filosofar, y no a la filosofía como la entendemos hoy ya sobrecargada de pensamientos, ya que la filosofía en sus orígenes estaba vacía; es cuando empiezan los individuos a filosofar como se va construyendo la filosofía. También podemos preguntarnos simplemente por nuestra vida, con una visión más utilitarista, pero la filosofía, aparte de servirnos para pensar la sociedad empíricamente y cambiarla (caso de Marx), puede servirnos al saber por el saber (a llenar aquello que yo he llamado el vacío existencial que tiene toda persona que no cree en Dios) sin alterar nada empíricamente, sino nuestro espíritu y nuestro modo de entender el mundo.”
No creo en la existencia de un ser humano dividido en compartimentos estancos, a saber, inteligencia, sentimiento y voluntad. Quien filosofa no es la inteligencia (razón) sino que es el hombre, y por tanto, no creo en la existencia del saber por el saber. Nuestro espíritu (alma, mente o psique no entendida como sustancia individual) no existe al margen de nuestras intenciones, sentimientos y deseos.
Y para mi el problema es el siguiente. Bien es verdad que es tan razonable el teísmo, el ateísmo como el agnosticismo pero la muerte de Dios supone, y como ya nos alertó Nietzsche, la existencia de un superhombre capaz de convivir con ello. Y si bien es cierto que a título individual puede que exista algún superhombre considero que es inviable e imposible una sociedad basada en tal consideración. O mejor dicho, no es que no pueda existir tal tipo de sociedad, entre otras cuestiones porque ya existe en la actualidad, sino que dicha sociedad, y en tanto que sociedad, acabará en un nihilismo negativo.
Un Cordial Saludo