!! Bienvenida Pao!!.
Te entiendo perfectamente.
Un servidor también cuenta con 50 noviembres entre pecho y espalda y antes de matricularme, leyendo los exámenes colgados por algunos de los compañeros, pensaba:
“Joder, que cracks”… Si casi podrían escribir un opúsculo sobre la materia…. Yo no seré capaz de desarrollarlo así, de esquematizar, de sintetizar, de interrelacionar….
Pero después, entraba en modo “bipolar” y me venía “pá rriba” recordando como supere dificultades y retos, (del intelecto), pasados y me he tirado a la piscina..
Total, que aquí me tienes, matriculado por fin, con la hoja de matrícula impresa y colgada en la pared y adorándola como a una deidad pagana.
Le he hecho un pequeño altar y le pongo velitas, enciendo incienso ante el listado de las asignaturas y cada fin de semana degolló un cordero ante la foto de Doña Oñate para que guie mis esfuerzos por buen camino…
No tengas miedo y persigue tus sueños.
Es cuestión de esfuerzo y voluntad.
Un abrazo,