Hola, Zolaris:
Ya verás como las gastan algunos compañeros y docentes, hay algunos que son de una erudición que asusta. En Barcelona, por ejemplo, tenemos al coordinador del grado, Ginés, que enseña al modo socrático. Llegan los estudiantes y hacen una pregunta, de ahí va desarrollando lo que es día toque. Pero ya le puedes preguntar lo que quieras que te va enlazando los autores. Si tienes oportunidad mira sus grabaciones de Ética o de Teoría del Conocimiento.
El amigo de las patillas es un ser curativo, es mi hombre medicina para las crisis existenciales. Esta cita es muy buena pero 'La voluntad...' es un tratado muy complejo, llevo años a vueltas con él. Quizá un estudiante a tiempo completo ya lo habría leído pero no es mi caso.
Yo acudo a otros más sencillitos como 'El arte de ser feliz'. Yo lo tengo de la editorial Herder. En la regla 36 dice: El medio más seguro para no volverse infeliz es no desear llegar a ser muy feliz, poner las exigencias de placer, posesiones, rango, honores, etc a un nivel muy moderados; porque la precisamente la aspiración a la felicidad y la lucha por ella atraen los grandes infortunios
Luego 'el patillas' va y cita a Horacio: 'Quien escoge la medianía dorada, seguro que sigue alejado de la suciedad de la cabaña corroída''. La mediocridad dorada. En latín: 'Auream quisquis mediocritatem Diligit tutus caret obsoleti sorbidus tecti, caret invidenda sobrius aula'.
Este pensamiento es una inversión a la sociedad meritocrática de la antigua Grecia. Actualmente volvemos a una nueva forma de meritocracia, del éxito social y que parece que la felicidad está al alcance de todos. Pues no esperar demasiado, conformarse con lo que tienes si no te hace demasiado desdichado, como el abuelo de Saramago o Nasrudín, puede ser la clave para no caer en el infortunio.
Miro mi vida, lo que podría haber hecho y no hice, todas mis frustraciones, mis deseos no cumplidos, etc, pero leo al 'patillas' y me animo. Entonces leo 'al bigotes' a su eterno retorno, y me pregunto: ¿volvería a repetir mi vida tal y como ha sido? Pues sí. Entonces es claro, como decimos en Catalunya: ¡endavant!
Y luego está lo que has citado, esa ética de la compasión que propone, alejada de religión y grandes construcciones filosóficas. La compasión como motor de nuestras acciones es un seguro para la felicidad.
Pero todo esto, en mi opinión, está muy devaluado hoy día donde se aboga por el éxito social, ser más feliz que nadie y demostrarlo con una gran sonrisa en Instagram, donde además, nadie cuida de nadie y la compasión está en desuso.
Saludos
Abel