Bueno, Kairos: yo he estado tres años observando, reflexionando, etc. Cada día veo las cosas de un modo ligeramente distinto, pero sí que observo que a pesar de las diversas crisis económicas, voy poco a poco encontrando el camino. Las cosas se me van arreglando, como sin forzar. Que con el derecho vas forzando y forzando las cosas, y quieres subir y subir y subir por las paredes, (como dice una canción popular) y lo que ves es que un ala la tienes muy desarrollada y la otra, pues la tienes coja y claro: no puedes volar.
Mientras que si vas equilibrando un poco las dos alas, pues pasa que lo demás vendrá por añadidura. Y que hagas lo que hagas, lo harás mucho mejor.
El lunes me dan el carnet de la biblioteca y desde entonces, consultaré principalmente las obras de los grandes, ya que "por sus obras los conoceréis". Yo creo que eso es lo que hay que hacer. Aparte, hay que tener en cuenta que las obras editadas por Cátedra o Alianza (podría añadir alguna otra editorial, pero no recuerdo) tienen unas notas al pie, que si ese fuera el sistema del derecho, los juristas serían técnicamente excelentes. Y me explico: cuando hablan por ejemplo de "rejuvenecer, como hizo Esón con la brujería de Medea", una chorrada. ¿No? Bueno, pues con esas editoriales, te cuentan de dónde viene eso y fácilmente le puedes seguir la pista y te salen cantidad de cosas: que si las Metamorfosis de Ovidio, que si Apolodoro, que no sé qué... ¡Es fabuloso! Y además de citarte la fuente, te cuenta la historia completa. Mientras que con el derecho, con los códigos del derecho, sólo te sale: "ver 677 del Código Civil", pero no te cuenta la historia completa, como sí hacen Cátedra y Alianza. Pues en Filosofía no tendrás ese problema si compras de las editoriales buenas, porque ahí sí que te ponen en antecedentes, te lo explican todo con pelos y señales, etc. Y tú sólo tienes que ir cosa por cosa, siguiéndole la pista.
Creo que vas a disfrutar mucho con el cambio. ¡Que así sea!