Estoy plenamente convencido de que el independentismo catalán triunfará. Y triunfará como desea triunfar, es decir, de facto y no de iure. Porque el independentismo catalán aunque haya mentido descaradamente a aquellos que escuchan lo que desean oír, y la unión europea se lo recuerda constantemente, diciendo que si conforman una nación formarán parte de la comunidad europea, es decir, del “mercado” europeo, no son tan estúpidos para saber que eso no se lo va a permitir la unión europea. Los independentistas catalanes lo que desean son las ventajas de una nación propia ( corrupción propia, hacienda propia, parlamento propio, jueces propios, control propio sobre puertos y aeropuertos, etc) pero no tener aranceles con España para que ellos puedan seguir vendiendo sus productos en la odiada y odioso España que tanto les ha robado y en el resto de Europa.
¿Pero cómo es posible que lo vayan a conseguir? ¿Quizá se deba a la altura o talla intelectual de sus lideres o quizá se deba a que poseen la razón histórica de su parte, y efectivamente Cataluña, el “País” vasco, Galicia, eran ya hace mil años naciones históricas y hace doscientos años naciones históricas? Pues no, obviamente no. Si lo van a conseguir es por la mediocridad y lo pusilánime de los líderes que no saben defender lo que tendrían que defender.
¿Y cuál es entre otras razones, que por cierto, va más allá de los líderes, y se extiende a una gran parte de la población, el origen de esa mediocridad? Pues una postmodernidad desnortada que al parecer considera que cada uno posee “su” verdad y que toda situación debe de ser abordada desde el diálogo aunque la otra parte ni quiera el diálogo o le imponga qué debe ser acordado tras una pantomima de diálogo.
Yo hasta ahora no he visto a ningún radical independentista que considere que exista “su” verdad y la verdad de los españoles. Insisto, a ninguno. Mientras sí que he visto a multitud de españoles, y de buena fe, y fruto de esa postmodernidad desnortada, decir que al fin y al cabo cada uno posee “su” verdad. Y da igual que le demuestres que Cataluña nunca ha sido una nación histórica, ni política ni que España les roba. Da igual todo razonamiento, da igual todo lo que se diga, porque al final cada uno posee “su” verdad. Y claro, al parecer es más importante que a uno no se le acuse de dogmático que ver como, y tras la guerra civil, el franquismo, y el esfuerzo de construir una España autonómica donde todos pudieran tener cabida, se trata injustamente a los que no piensan como los radicales y como se rompe ese marco de convivencia que tantas lágrimas y sangre costó construir.
Aunque en el fondo, y bien pensado, nunca ha existido un verdadero diálogo. Lo que ha existido es un “trágala” con la única finalidad de mantener el gobierno en Madrid. Tanto el PSOE como el PP han aceptado ese “trágala” con tal de tener los apoyos suficientes para gobernar ( incluso algunos hablaban catalán en la intimidad. ¡Manda, Huevos!).
¿Qué hubiese pasado si el PP y el PSOE hubiesen puesto en su lugar a aquel catalanismo en su lugar? Pues que nada de esto hubiera ocurrido. En fin, todos conocen la historia. La historia es muy breve: ¡Ah, que quieres gobernar pues entonces dame, dame, dame, dame, dame y dame que cumplo!. Eso sí, tres meses más tarde ya les parecía poco lo que se les había dado y entonces había que darles más y más.”
Bueno, voy a dejarlo aquí porque nada sirve de nada. Lo dicho, el independentismo catalán triunfará de facto. Y si no tiempo al tiempo. Y me da que la inmensa mayoría de nosotros lo veremos.
En fin, un saludo.