Lo que me lleva a pensar en la música, el arte más abstracto que existe. Es el que está más cerca de tener una existencia propia, y aun así, está íntimamente unido a las emociones. A través de él no se expresan pensamientos (aunque he leído en alguna parte que este es un tema debatido), pero sí emociones. El lenguaje es un arte, pero eso no le quita su instrumentalidad. Como la pintura, que también es instrumental a los objetos que representa: los embellece, como el lenguaje embellece la realidad. No la transforma, pero sí transforma la visión que de ella tenemos.
Me paro. Me paro. Me paro.

Bueno, yo ya me paraba, pero ahora te he leído y no creo que la forma de entender la realidad dependa en gran medida del lenguaje. De hecho, incluso hablando todos el mismo lenguaje, concebimos las cosas de forma distinta. Es cierto que cada idioma tiene una "personalidad" propia, pero ¿en qué medida esa personalidad no está auxiliada por factores ajenos a los signos lingüísticos? Por la historia, el arte, la cultura, geografía, etc. del país del que es propio. Los lenguajes no nacen en una probeta de laboratorio.

Alma escribió:
Sí claro, el lenguaje lo utilizamos para comunicarnos. La cuestión aquí es que la ciencia usa el lenguaje como instrumento. En la literatura el lenguaje no es un instrumento, según dice Barthes.
Podemos escribir para expresar emociones, comunicarlas. También podemos hacerlo de manera poética...
Podemos hacer literatura que hable de literatura. ¿Es necesario buscar la emoción?
Podemos hacer ruido con una botellas o podemos "hacer música".

El arte moderno de principios de siglo aspiraba a la abstracción de la música; es decir, a la expresión no figurativa, que no necesitase de historia. Nace la abstracción y en literatura también se busca esa autonomía que la libere de la historia.

bolindre escribió: ¡Y muchas más cosas! Cuando Jakobson (a quien cita Barthes) habla de la función poética pone como ejemplo un eslogan de Eisenhower que decía "I like Ike" (a este se le conocía como "Ike") y demostraba que la función poética también forma parte del habla cotidiana o no literaria.

Futaki escribió:
¿El dodecafonismo y demás? No llegaron muy lejos. Esa liberación es imposible, diría yo. El arte es el arte y sus circunstancias, y si no las salvamos a ellas...
Sí se les puede dar interpretaciones distintas conforme pasan las épocas (y eso hasta cierto punto), pero ello no supone autonomía de la historia sino dependencia de cada historia concreta, de ahí no veo que se predique abstracción sino sujeción.

bolindre escribió:
El lenguaje es la materia prima de la literatura, como la arcilla de una escultura. Pero esa materia prima ha de modelarse, y siempre transmite ideas e imágenes. Hasta en la poética más formal subyacen imágenes. Lo contrario es un diálogo de besugos. El lenguaje tiene un sentido, pero está fuera de él mismo. Diría más bien que recoge sentidos preexistentes, pero no los crea.

Alma escribió: Cuando digo autonomía, digo independencia. Esto es, una novela sin historia, como hacía Azorín. O poemas fónicos como los de Nicolás Guillén, basado en ritmos cubanos y africanos, del que dejo un ejemplo que no supera el poema de Bolindre, claramente:

¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pie.

Mamatomba,
serembe cuserembá.

Alma escribió: Del dodecafonismo, ni idea.

Futaki escribió:
Entonces nos vamos a la música. Y la música abstracta tiene poco recorrido por su carencia de melodía, que sería lo que es la idea a la literatura. Música sin melodía es un conjunto de sonidos inarticulados, lenguaje sin ideas es un sinsentido que, como mucho, tendrá una cadencia. Pero la literatura no es una serie de cadencias.