Sí, en una última fase, Barthes trasciende lo lingüístico y semiológico para centrarse en el texto y entonces estará muy influido el postestructuralismo (Derrida), también por Foucault y por el psicoanálisis (Freud, Lacan, Kristeva…).
Creo que no nos lo va a poner fácil, aunque nos va a sumergir en el placer del lenguaje. Esos textos de los que hablábamos, de placer o de gozo responden a una estética hedonista, pero ¡ojo!, no hablamos de obra sino de fragmentos y ahora lo simbólico y lo metafórico reclaman el foco. La escritura es crítica, ilegible, ahí es donde nos vamos a situar para gozar. ¡Vamos, deseemos al lenguaje!, ¡sintamos su placer!, no, mejor sin fusta, gracias
. El escritor goza escribiendo, es perverso, se erotiza haciéndolo y traslada ese deseo al lector, creo que he encontrado cómo, o cuándo
Dice en el tercer artículo o ensayo en El Susurro del lenguaje
¿Nunca os ha sucedido, leyendo un libro, que os habéis ido parando continuamente a lo largo de la lectura, y no por desinterés, sino al contrario, a causa de una gran afluencia de ideas, de excitaciones, de asociaciones? En una palabra, ¿no os ha pasado nunca eso de leer levantando la cabeza?
Es sobre esa lectura, irrespetuosa, porque interrumpe el texto, y a la vez prendada de él, al que retorna para nutrirse, sobre lo que intento escribir.
Este texto es de gozo. Se diferencia del de placer porque irrumpe de pronto, inesperadamente levantas la cabeza del libro, en el bus, respiras profundo, te muerdes los labios, al lado tu compañero de asiento saluda camiones.
Vuelvo. La voz del autor se sumerge en una de tantas voces y emerge la del lector, quien sobresaltado, capturado, empieza a relacionar con otros textos, con otros sentidos y produce sentidos nuevos, es activo y está gozando entre las sábanas tersas de la escritura o le sacude, le incomoda, en la cama no, en el baño, en el baño de una oficina de Hacienda
.
Esa lectura no es cualquier cosa, es libre, sí y subjetiva, pero también aristocrática, cultivada, deseante. Es un texto de gozo (jouissance). Un texto de placer (plaisir) es este en el que me dejo deslizar por la historia, sé dónde me lleva y lo espero, ansío el final, me acomodo como Mickey Rourke hasta que la chica de Georgia me lo enseñe todo, la anécdota, la evolución de los personajes, todo.
M. Proust, E. Zola, Sthendal… sus textos son de placer, de gozo sería Sade por ejemplo, el propio Barthes. No siempre se alcanza aunque se quiera o alcanzado deviene texto de placer cuando se vuelve a la moda. No sé si te aclaro