No te preocupes: hay una contradicción entre la razón investigadora y las condiciones iniciales del estudiante de los primeros años. Los manuales de los profesores son fruto de una visión global que presupone el haber recorrido toda la Historia de la Filosofía durante años y, además, haber explotado mediante sus investigaciones un campo pequeño. El producto final, por tanto, quintaesencia todo lo anterior, bien para incorporarlo, bien para rechazarlo.
Esta quintaesenciación atenta frontalmente con el estudiante de Primero, Segundo y, si se quiere todavía, hasta de Tercero: desprovisto de la experiencia que una inicial aproximación a la Filosofía, ha de enfrentarse precisamente al producto macerado que son los manuales, los cuales incorporan visiones que desbordan lo que precisamente encierran. Y, lejos de ser algo negativo, es una vía muy fértil: sólo así, en esta aproximación no lineal, sino circular, multilateral, es cuando se aprecian todos los matices de la Filosofía.
¿Qué lecturas caben abrazar con este diagnóstico? A) Que no te preocupes por si no has entendido del todo los contenidos, los siguientes años te facilitarán las herramientas para que lo repienses desde otra óptica más refinada;
Que, si te ves con ganas, saltes entre autores para apreciar la multiplicidad de recepciones y visiones sobre un mismo asunto.
Quizá la mejor idea en términos formativos, ¡no económicos, desde luego!, es volver a (re)iniciar el grado de Filosofía -o al menos las Historias de la Filosofía- una vez acabado el grado.